Informe de la FAO:“Ganadería Mundial 2013 : Un panorama de enfermedades cambiante", señala que es necesario centrarse en un enfoque que aborde las causas y la prevención.
El crecimiento demográfico, la expansión agrícola, y el auge de las cadenas de suministro de alimentos han alterado profundamente la forma en que las enfermedades aparecen, pasan de una especie y se propagan.
Un 70 por ciento de las nuevas enfermedades que han surgido en los seres humanos en las últimas décadas son de origen animal y, en parte, directamente relacionadas con la búsqueda de más alimentos de origen animal por parte del hombre, según el informe publicado hoy.
Múltiples impactos de la enfermedad
La FAO señala que los países en desarrollo se enfrentan a una enorme carga de enfermedades humanas, zoonóticas y ganaderas, que suponen un importante obstáculo para el desarrollo y la inocuidad alimentaria.
Mientras tanto, los peligros para la inocuidad alimentaria y la resistencia a los antibióticos aumentan en todo el mundo.
La globalización y el cambio climático están redistribuyendo patógenos, vectores y portadores, y el riesgo de pandemias en los seres humanos causadas por agentes patógenos de origen animal supone una grave preocupación.
Un panorama cada vez más complejo
Los cambios provocados por la actividad humana han creado una panorama mundial de enfermedades mucho más complicado.
El crecimiento demográfico y la pobreza actuales, junto con sistemas sanitarios e infraestructuras de saneamiento inadecuadas, siguen siendo los principales causas de enfermedad.
En el impulso de producir más alimentos, los seres humanos han creado vastas extensiones de tierras agrícolas en áreas previamente silvestres, poniéndose a sí mismos y a sus animales en contacto con enfermedades transmitidas por la fauna silvestre.
Las fluctuaciones del clima están teniendo un impacto directo sobre la tasa de supervivencia de los agentes patógenos en el medio ambiente, especialmente en zonas cálidas y húmedas, mientras que el cambio climático influye en los hábitats de los portadores, patrones de migración y la dinámica de transmisión de la enfermedad.
El papel de la ganadería
El estudio de la FAO se centra especialmente en cómo los cambios en la forma en que los humanos crían y comercian animales han afectado la forma en que emergen y se propagan las enfermedades.
El riesgo de transferencia de patógenos de animales a humanos es muy variable en función del tipo de producción ganadera y la presencia de infraestructuras y servicios básicos.
La producción intensiva a gran escala implica congregar a un gran número de animales genéticamente idénticos. Los regímenes sólidos de bioseguridad y protección de la salud, evitan generalmente el problema de las enfermedades infecciosas, pero en ocasiones se producen brotes importantes, cuando un patógeno realiza un cambio de virulencia, se evade la vacuna utilizada, adquiere resistencia a los antibióticos, o viaja a lo largo de la cadena alimentaria.
Un nuevo enfoque ante las enfermedades
Para lograr enfrentar los diversos desafíos, la FAO propone el enfoque de "Una Salud", atendiendo a la interacción entre factores ambientales, sanidad pecuaria y salud humana.
Al mismo tiempo, el informe añade que “la sanidad ganadera es el eslabón más débil de la cadena de la salud mundial. Las enfermedades deben ser abordadas en su origen, en particular en los animales”.
El informe de la FAO identifica cuatro frentes principales de acción:
1.- Reducir la carga de enfermedades endémicas en los seres humanos y el ganado impulsada por la pobreza.
2.- Responder a las amenazas biológicas impulsadas por la globalización y el cambio climático
3.- Proporcionar alimentos más inocuos de origen animal, procedentes de una agricultura y ganadería sanas.
4.- Prevenir que los agentes patógenos pasen de la fauna silvestre, a los animales domésticos y los seres humanos.
Fuente: FAO (16-12-2013)
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