Riesgos para la salud de la dieta del Genotipo

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Esta dieta restrictiva puede traer serios problemas a largo plazo y no favorece hábitos saludables de alimentación. Según expertos de la Universidad Católica, no existen publicaciones científicas que sustenten la indicación de este régimen  y tampoco hay resultados que hayan demostrado su efectividad.

Cada cierto tiempo aparece una dieta de moda que promete a las personas lograr el ansiado objetivo de bajar de peso y mantenerse saludable. Basta buscar información y encontrar innumerables ejemplos: la dieta de Atkins, la de la Zona, la de la sopa, la de la luna, etc. Todas sembrando altas expectativas de éxito para quienes desean adelgazar. A ellas se les sumó hace un par de años la dieta del genotipo.

Este régimen se basa en el estudio de los genes de cada paciente y -a partir de los resultados obtenidos- se clasifica a las personas en uno de los 6 genotipos existentes: cazador, recolector, profesor, explorador, guerrero y nómade. Cada genotipo considera el grupo de sangre, la respuesta al ambiente, la influencia de hormonas y estrés durante el desarrollo prenatal además de la información genética heredada de nuestros padres y antepasados.

De acuerdo con esta clasificación, se entrega una pauta con las indicaciones de qué alimento consumir y cuáles no, según el tipo genético y sanguíneo. Es así como las personas del genotipo “cazador” no deberían consumir harinas y leche o el “guerrero” debe eliminar de su dieta las carnes y mantequilla.

El gran problema es que su carácter restrictivo (privarse de cierto tipo de alimentos) puede traer serios problemas a largo plazo. Según el Dr. Alberto Maiz, Nutriólogo del Departamento de Nutrición y Diabetes UC, la dieta del genotipo “puede tener argumentos científicos discutibles, pero aún estamos muy lejos de precisar exactamente cómo influye la genética en la utilización de los distintos nutrientes.

En ese sentido, lo más preocupante es que se estarían prescribiendo indicaciones nutricionales que a juicio del Dr. Maiz, no son las más apropiadas. “Los pacientes están cambiando hábitos saludables de alimentación por otros que no lo son, por ejemplo, dejar de comer lácteos, legumbres o frutas.

Los pacientes que suprimen ciertos alimentos pueden tener a largo plazo problemas por carencia de nutrientes tales como hierro (produciendo anemia), falta de calcio y deficiencias de vitaminas entre otros.

Si bien la dieta del genotipo clasifica también a las personas por su grupo sanguíneo, el Dr. Maiz cree que el tipo de sangre no debería influir al momento de prescribir una dieta.

La mayoría de las personas que opta por estos regímenes efectivamente ven resultados rápidos, “porque se trata de dietas restrictivas que favorecen la baja de peso por la supresión de ciertos alimentos más que por lo saludables o balanceadas que puedan ser. Es obvio que se baje de peso así”,agrega la nutricionista, Magíster en Nutrición, también del Departamento de Nutrición y Diabetes UC, Andrea Valenzuela.

Según ambos profesionales UC, los malos hábitos de la población (alimentación inapropiada con altos consumos de grasa y azúcares refinados y el sedentarismo) son los principales causantes de los problemas de sobrepeso en nuestro país y que cualquier dieta, como la del genotipo, si bien funcionan a corto plazo, en el futuro puede acarrear serios problemas de salud, ya que puede producir carencias nutricionales y no generar cambios saludables.
Fuente:http://redsalud.uc.cl/

Estudio relaciona al Bisfenol A con obesidad infantil

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Un estudio realizado en EEUU vincula por primera vez al Bisfenol A (BPA) con la obesidad en los niños, lo que podría relanzar el debate sobre esta controvertida sustancia química.

La mayor parte de la población estadounidense presenta rastros de este plástico en la orina, pero esta investigación muestra que los niños con niveles más elevados, tienen dos veces más riesgo de ser obesos o de tener sobrepeso que aquéllos que muestran concentraciones más bajas.

El estudio fue publicado en la revista "Journal of the American Medical Association" (JAMA) en su edición del 19 de septiembre de 2012. La investigación, se llevó a cabo entre el año  2003 a 2008 en 2.800 jóvenes con edades entre 6 y 19 años y  comparó la tasa de BPA en la orina y el peso de los participantes, que según sus resultados fueron divididos en cuatro grupos.

Es la primera vez que se vincula una sustancia química presente en nuestro entorno con la obesidad de los niños en una importante y representativa muestra nacional", señaló Leonardo Trasande, profesor adjunto de pediatría de la Universidad de Nueva York y principal autor del estudio.

Alrededor de un 22% de los niños que mostraban la tasa más elevada de BPA en la orina eran obesos frente al 10% de los que mostraban los índices menores.

El investigador apunta también a estudios sobre animales realizados en laboratorios que mostraron vínculos entre el BPA, sospechoso de ser un alterador hormonal, y la obesidad.

La investigación muestra que sólo los niños blancos tienen un riesgo acumulado de volverse obesos cuando presentan una tasa más elevada de BPA en su orina, sin que exista ninguna explicación, aunque Trasande apunta a la posibilidad "de causas genéticas".

"Necesitamos realizar un estudio que examine la posibilidad de que el BPA pueda perturbar el equilibrio hormonal en los niños aún más pequeños porque sabemos que esas perturbaciones tempranas en el desarrollo pueden dejar secuelas permanentes", afirma el investigador.

El científico señaló también que los efectos nefastos del BPA son desde ahora reconocidos por las autoridades. La Agencia reguladora de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (Food and Drug Administration, FDA) prohibió recientemente esta sustancia en la fabricación de biberones, siguiendo medidas tomadas en Canadá, Francia y Dinamarca.

El parlamento francés votó una prohibición total del BPA en todos los recipientes alimentarios a partir de 2014 y 2013 para los productos destinados a niños de menos de tres años. Pero la FDA rechazó en 2011 prohibir el BPA en las latas de aluminio y otros contenedores alimenticios, anunciando sin embargo otras medidas para disminuir la exposición humana a esta sustancia plástica.

El grupo profesional estadounidense que representaba a los fabricantes de contenedores alimenticios, la American Chemistry Council, rechazó este último estudio afirmando que "decenas de investigaciones en animales de laboratorios expuestos al BPA no habían revelado ninguna relación entre esta sustancia química y su peso".
Fuente: http://jama.jamanetwork.com/article.aspx?articleid=1360865
Fuente: www.emol.cl

Alimentos orgánicos son algo más sanos que convencionales.

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Las publicaciones no han demostrado  que los alimentos orgánicos sean significativamente más nutritivos que los convencionales, pero su consumo puede reducir la exposición a pesticidas y a bacterias resistentes a los antibióticos.

Los alimentos orgánicos son  un poco más sanos que los convencionales, no aportan más nutrientes,  ni presentan menor riesgo para la salud, según revela un estudio realizado por la Universidad de Stanford publicado en  la revista "Annals of Internal Medicine".

La investigación señala que los alimentos biológicos disminuyen el riesgo de ingerir pesticidas. Para su estudio, los expertos seleccionaron 223 investigaciones previas relacionadas con sus  nutrientes o con el riesgo que presenta ingerir  bacterias, hongos y pesticidas.

Los resultados muestran que el consumo de alimentos biológicos no presenta ventajas notables frente al resto: apenas se distingue el contenido en vitaminas, grasas y proteinas. En ninguno de los grupos (biológicos y convencionales) se encontraron factores frecuentes de riesgo para la salud.

Los alimentos orgánicos contenían menos pesticidas, aunque no estaban libres de ellos. Por ejemplo, dos estudios mediante el análisis de  la  orina de niños que se alimentaban con productos biológicos, presentaban menos residuos de estos compuestos.
Fuente:http://annals.org