Consumo de vino tinto mejora la microbiota intestinal


Un estudio reciente ha demostrado que los compuestos polifenólicos presentes en el vino tinto, favorecen el desarrollo  de las bacterias beneficiosas de la flora intestinal. 

Este fenómeno responde a que los polifenoles -compuestos naturales presentes en la fruta, verdura, vino, café, té o chocolate- logran inhibir las bacterias no beneficiosas de la microbiota humana y propiciar la reproducción de las que sí lo son, asegurando así una flora intestinal equilibrada,  que puede proteger contra afecciones como los trastornos intestinales, las enfermedades inflamatorias, el cáncer y la obesidad.

Los resultados, que han sido publicados en American Journal Clinical Nutrition, demostraron   el potencial efecto prebiótico de los polifenoles del vino y se comprobó la influencia que éstos ejercen sobre la microbiota intestinal.

Diseño del estudio
Durante 20 días, 10 hombres, divididos en grupos de tres, bebieron vino tinto con o sin alcohol -ambos con el mismo contenido en polifenoles- y ginebra. De esta manera, se observó que el vino tinto mejoró la flora intestinal, incrementando el número de bacterias relacionadas con la protección de determinadas enfermedades.

En concreto, aumentó la proporción  de bacteroides y bifidobacterias, «algo que no sucedió con la ginebra»,  señalaron los  investigadores.  “El vino posee compuestos no digeribles como las proantocianidinas, que llegan intactas al colon, donde serían metabolizadas gracias a la microbiota, en ácidos fenólicos, ejerciendo su efecto protector”, indicaron los investigadores.

Función de la microbiota intestinal
La microbiota tiene una función digestiva contribuyendo a la síntesis de micronutrientes, a la absorción de electrolitos y minerales y a la digestión y absorción de determinadas sustancias  no digeribles. Por otro lado, también contribuyen  a la destrucción de toxinas y carcinógenos, evitando  la colonización de  bacterias patógenas, contribuye al desarrollo del sistema inmune y modulando  el estado inflamatorio.

Estos resultados proporcionan evidencia adicional de que el consumo moderado de vino puede aportar  importantes beneficios  a la salud y que este efecto no es debido al alcohol, sino que a los polifenoles presentes.

Fuente: ABC.es

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